"Uy, perdón"

"Uy perdón", estaba escrito con bolígrafo en una de las pelotas que lanzaron los antidisturbios. No puedo sentir más rabia, jodidos desgraciados. Añado un par de enlaces sobre los disturbios de ayer a los del Sergio, que eran sobre los de anteayer: 1 y 2. Pero lo mejor de todo son las palabras de nuestro nunca suficientemente despreciado y temido alcalde, después de la movida del día 30 y antes de la de ayer. Dejo el enlace y cito: "la actuación desarrollada por los agentes fue correcta y proporcionada", "desde el Ayuntamiento les apoyamos (a los maderos) y apoyamos a la delegada del Gobierno (Soledad Mestre, del SOE), no solamente en los incidentes que se produjeron anoche, sino en cualquier dispositivo preventivo ("preventivo", manda cojones) que la Delegación del Gobierno quiera establecer para esta noche y para los próximos días", y la mejor de todas y dirigiéndose a "los jóvenes": "que, por favor, hagan uso de ese fabuloso derecho que tienen de libertad, del derecho a divertirse y a utilizar los espacios públicos compartidos por todos sin quebrantar las normas y la ley y sin agredir a unas personas, los funcionarios del Cuerpo Nacional de la Policía y los miembros de la Policía Municipal, que son garantes de nuestro Estado de Derecho".
Ayer la policía no impidió la fiesta de entrada, esperó en las plazas hasta las dos, cuando la gente iba bien cocida y, seguramente, algún borracho tiró alguna botella. Sabían que pasaría, jóvenes bebidos, a los que impiden estar en la plaza del Dos de Mayo el día de las fiestas del Dos de Mayo... Entonces pegaron, y sabían que iban a pegar, el SAMUR estaba preparado de antemano. Pegaron a chavales; MANO A MANO, POLICÍAS NACIONALES (dependientes gobierno central, del PSOE) Y MUNICIPALES (huestes del faraón). Asín están las cosas.
"Uy perdón", ponía en la pelota, se están riendo de nosotros, todo va peor, pero seguimos adelante. Ayer aconsejé a una amiga la peli El Odio (La Haine), se quedó en casa, viéndola; El día anterior ya había pasado la noche en el hospital acompañando a una colega a la que la policía le había roto la mano. En El Odio cuentan esta historia como metáfora de la sociedad de un país europeo (Francia): un tipo se tira de una azotea y mientras el suelo se acerca vertiginosamente va pensando a cada instante: "hasta aquí, todo va bien".
Permitimos demasiado.
Saludos.